Hoy 12 de Noviembre tendrias que estar celebrando tu 37 cumpleaños, el destino no entiende de personas buenas y malas y lo impidió. Son muchas cosas las que llegamos a vivir juntos, ya hace mas de nueve años que te fuistes, pero por aquí aún hay cosas por las que te recuerdo, los pajaros, el campo, el futbol, nadie como tú para ver un partido Barça-Madrid, o aquel 5-4 al Atl. de Madrid,cuando Pizzi metio el quinto, no olvido tu imagen llorando y besando la medalla que llevabas en tu cuello. Por ti Manuel, por ti este recuerdo.
4 comentarios:
tu amigo vive ahora en tu recuerdo..no lo olvides y será eterno!
saludos
Quisiera sumarme a este homenaje que le haces a Manuel, yo le conocía por esa afición que teníamos en común, las aves.
Recuerdo aquellas tardes cuando a la puesta de sol íbamos cerca de Niebla, ya que estábamos haciendo el censo de garcillas que dormían en aquellos eucaliptos junto a la gasolinera, era metódico, todo lo anotaba en su cuaderno de campo y tenia una habilidad especial para contar el numero exacto de garcillas que aparecían por el horizonte, amaba la naturaleza pero su pasión era la ornitología (ciencia que estudia las aves, incluidas las observaciones sobre clasificación, hábitos, canto y vuelo ) un campo que dominaba como pocos en bonares.
Manuel nos dejo, pero aunque no estés entre nosotros, estarás siempre en nuestro recuerdo.
Me uno en el recuerdo de este compañero, amante de la naturaleza. Otra de sus pasiones, los reptiles, sobre todo las culebras. Recuerdo una anécdota en la que fuimos los dos a salvar una culebra bastarda que se encontraba en los bajos de un camión frigorífico en la antigua Bonafrú. La metimos en una garrafa de aceite de cristal y decidimos llevarla a su casa para medirla y luego soltarla en la Huerta del Sordo. Manolo la cogió por la cabeza y yo tiraba de la cola con idea de que alcanzara la máxima longitud, 1'98, esa fue la medida exacta. Nos quedamos los dos flipando con el tamaño. Luego, por la tarde la soltamos sin ningún problema.
Que sería de nosotros de estas pequeñas historias, casi anecdóticas, que es capaz de revivir lo ya desaparecido. Buena entrada Sebas.
Os agradezco vuestros comentarios, han sido de gran alegria recordarlo así tal como contais, el cogia su bici y se recorría los campos,siempre estaba para quien lo necesitara, tenía un humor especial, pasabamos por la puerta de un bar y en broma gritaba gora eta, todos saliamos corriendo o ¡MAMA, MAMA ME HE TRAGADO UN ALTAVOZ! o como le dijo a una amiga común, que si se tragaba un hueso de aceituna parecerÍa que estubiera embarazada.
Yo tuve estos y otros tipos de anecdotas con el, era una persona que como pone su lapida, PASÓ HACIENDO EL BIEN.
GRACIAS A TODOS POR ESCRIBIR
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